Kjazac

חָזַק

Un llamado divino a la fortaleza, el coraje y la perseverancia que resuena a través de las Escrituras.

Origen y Significado Raíz

La palabra hebrea kjazac (חָזַק) es una raíz verbal primitiva. Su esencia fundamental gira en torno a la idea de ser fuerte, firme y prevalecer. No se trata solo de una fuerza pasiva, sino de un concepto dinámico que implica atar algo firmemente, repararlo para que sea más fuerte que antes, o agarrarse de algo con tenacidad.

Es la fuerza que repara una brecha, que se aferra a un pacto, y que endurece el corazón, ya sea para bien o para mal. Su significado es amplio, pero siempre vuelve a la idea central de firmeza y poder.

El Rango Semántico de Kjazac

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Fuerza Física y Material

Se usa para describir la acción de reparar o fortificar murallas, edificios o ciudades. También puede significar "agarrar" o "sostener firmemente" a una persona o un objeto.

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Fuerza Moral y Espiritual

Este es su uso más común. Es el mandato de Dios a sus líderes y a su pueblo para "ser fuertes", "ser valientes", "tener coraje" y "mantenerse firmes" en la fe y en la obediencia.

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Apoyo y Ánimo

"Kjazac" también describe la acción de fortalecer a otra persona, de darle ánimo y apoyo. Es ayudar a alguien a que sus "manos débiles" se vuelvan fuertes.

Kjazac en las Escrituras

"Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas."

- Josué 1:9 (Reina-Valera 1960)

Aquí, la palabra para "esfuérzate" es kjazac. Es un mandato directo de Dios a Josué, no una sugerencia. La fuerza requerida para conquistar la tierra prometida no vendría de Josué mismo, sino de su obediencia al mandato de Dios de ser fuerte en Él.

"Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará."

- Deuteronomio 31:6 (Reina-Valera 1960)

Moisés usa kjazac ("esforzaos") para animar al pueblo de Israel antes de su muerte. La razón de su fortaleza no es su propio poder militar, sino la promesa de la presencia constante de Dios.